Cuando una persona, niño o adulto, presenta un desvío de los ojos se trata de un estrabismo. Esto puede ocurrir en la posición de mirada al frente como en la mayoría de los casos, o bien en cualquiera de las otras posiciones de mirada, es decir al mirar hacia un lado u otro, o hacia arriba o abajo.
Lo más frecuente es que aparezca en la infancia, habitualmente desde los pocos meses de edad hasta los 7 años, en cambio es mucho más raro que se inicie en la edad adulta. Es importante recalcar, que los dos primeros meses de vida es normal que el niño desvíe en forma intermitente como parte de su inmadurez.
Los estrabismos se clasifican en endotropias ( desvío hacia adentro o hacia la nariz) , exotropias (desvío hacia afuera o hacia la oreja),e hipertropia (desvío vertical) . Cada uno de estos tipos se pueden dividir a su vez en intermitente y constante ( endotropia, exotropia o hipertropia intermitente o constante).
Un estrabismo intermitente es menos peligroso que uno constante en relación a las secuelas visuales que puede dejar (ambliopía). Cuando el niño desvía en forma constante un ojo, durante todo ese momento ese ojo no está siendo usado para mirar. Si esto se perpetúa por tiempos más largos, el niño empieza a perder visión de ese ojo por “no uso”, fenómeno que se conoce como ambliopía u ojo flojo. El gran problema es que la ambliopía si no se trata a tiempo, el paciente quedará con menos visión en ese ojo para siempre.
Es indispensable un diagnóstico oportuno, cuida de tu salud visual y la de tu familia. En caso de presentar algún pequeño síntoma, acude a un oftalmólogo certificado, ya que mientras antes se trate la patología oftalmológica, mejor será el pronóstico futuro.
Dr. Eduardo Villaseca Délano
Oftalmólogo General
Especialidad en Oftalmología Pediátrica
Especialidad en Estrabismo en adultos y niños
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